El “Divo de Juárez” siempre fue único, ningún otro artista se le asimila hasta hoy en día con todo el concepto tanto musical y visual que mostraba a su público. Gracias a la visión que tenía sobre la vida, componía y cantaba de una manera diferente a la mayoría de los artistas dentro de su género en México –con felicidad– adjetivo al que también pudieran describirse su gran estilo elegante y lleno de color que mostraba en cada una de sus presentaciones a lo largo de todos estos años de trayectoria artística.
A pesar de no considerarse así mismo como un fashion icon o forzarla mucho por sobresalir en ese aspecto, creo que lo recordaremos por ser todo un destello nacional en todo lo que abarca la palabra “estrella”.
El vestuario siempre fue un elemento muy importante para Juan Gabriel en cada show que tenía. Siempre lucia trajes muy extravagantes o elaborados con corbata o sin corbata, de una manera muy peculiar, solo como él sabía lograrlo. Desde coloridos muy vibrantes, pasando por paletas sobrias, a pasteles y elementos del folklor mexicano que terminaban siendo (lo que hoy en día consideraríamos muy “mexican kitsch”, como el uso de accesorios desde gorros, rebozos, gafas o abanicos) elementales en cada una de sus presentaciones y nunca de mal gusto, ya que a él le quedaba muy bien esta tendencia y lograba transmitir su esencia mexicana.
Algunos de sus looks más destellantes que mantenían su identidad única como artista durante todos estos años de trayectoria, fueron coloridos vestuarios con estampados y materiales llamativos como lentejuelas, brillos o terciopelo. Tan solo para su última gira invirtió 5 mil dólares en estos looks.
La mayoría de sus outfits durante sus primeros trece años estuvieron a cargo del diseñador Alex Peimbert.
Siempre recordaremos al “Divo de Juárez” por el legado musical que nos heredó como mexicanos y su original sentido de la moda, del que nunca tuvo miedo de portar.